Manipulación cuidadosa: Evita golpes y caídas, ya que pueden dañar los componentes internos del SSD.
Conexión segura: Asegúrate de que el cable USB esté bien conectado y no se desconecte fácilmente.
Sobrecalentamiento: No coloques el SSD en lugares con alta temperatura y asegúrate de que tenga buena ventilación.
Desconexión adecuada: Antes de desconectar el SSD, asegúrate de que el sistema operativo lo haya reconocido como desconectado para evitar la pérdida de datos.
Protección contra estática: Manipula el SSD en un ambiente libre de estática y evita tocar los contactos metálicos directamente.
Copias de seguridad regulares: Haz copias de seguridad de tus datos regularmente para evitar la pérdida de información importante en caso de fallo del SSD.